Edito

El título de un plato tiene un papel esencial en la elección del cliente.
El impacto de estas palabras va más allá de la sala del restaurante, ya que la carta se consulta frecuentemente antes por internet. Primer contacto, anuncio de emociones y de sensaciones. El título debe despertar los sentidos y provocar las ganas de probarlo. También es primordial ser claro y comprensible: el cliente debe saber lo que va a comer. El título, por lo tanto, debe hacer soñar pero también informar sobre los productos y valorizar su saber-hacer.

Con los chefs de la École Valrhona hemos trabajado en torno a un concepto innovador para que se apropie lo mejor posible del discurso gastronómico, tanto en la elección del nombre de su postre como durante el servicio de mesa. Le proponemos, en las páginas de este libro, numerosos consejos y trucos para poder valorizar y facilitar así la venta de sus postres.

Simple definición, expresión poética, nombre insólito, ¿qué título escoger para su postre?

Durante mucho tiempo la gastronomía francesa ha utilizado inspiraciones líricas y metáforas, a veces confusas para los comensales. Hoy, la tendencia se invierte: precisión, sobriedad y tecnicidad. Los títulos van a lo esencial, privilegian los productos y el proceso. Para responder a la necesidad de transparencia, la carta informa del origen y la región, prueba de autenticidad y de calidad. Y sin embargo, la poesía de las palabras se mantiene como una señal de refinamiento gastronómico y la promesa de una experiencia sensorial.

Lógicamente, no existe una «receta» mágica para dar nombre sus creaciones. El vocabulario, el estilo y el tono empleado expresan todo el universo del chef, sus valores, su identidad, y así incluso se traduce el espíritu de su restaurante. ¡Todo es posible! Sea justo, valorice los ingredientes y guarde una parte de misterio. ¡Haga que sus comensales saliven! ¡Volverán para probar el postre que no eligieron la primera vez!

El título :

  • Apele a la imaginación para despertar los sentidos y hacer salivar. 
  • Dé a conocer lo que se va a degustar con respecto a sabores dominantes, origen… 
  • Valorice un saber hacer como una textura, un tipo de preparación, asociaciones inéditas...

¡Pruebe el brainstorming goloso!

Las etapas a seguir

  1. Anote las características del producto
  2. Destaque los que le parecen esenciales para definir su creación.
  3. Anote todos las palabras y las metáforas que le evocan estos elementos esenciales.
  4. A partir de aquí, imagine nombres, cruzando las palabras y las ideas.
  5. ¡Organice, filtre, elija!

 

 

Buenos consejos & buenas ideas

  • Utilizar la metáfora sobre un solo término.
  • Jugar con las palabras para impactar.
  • Modifique el nombre de un clásico para afirmar la diferencia.
  • Haga soñar con la atmósfera de lugares legendarios.
  • Haga protagonista un ingrediente de origen para dar prestigio.
  • Completar un nombre abstracto con una designación clara.
  • ¡Simplificar! Demasiadas explicaciones corren el riesgo de hartar al cliente.
  • Evitar los términos técnicos desconocidos del público.
  • Demasiada inspiración puede ser percibida como algo pretencioso.

 

Los 4 puntos esenciales del discurso

Los sentidos : Descubra los términos y las imágenes que traducirán sabores, sensaciones, perfumes. Sea justo y preciso. No olvide esta parte del discurso.

Los productos elegidos : Hable de los ingredientes que hacen de este postre algo especial. ¿de dónde vienen? Haga hincapié en la frescura y los orígenes.

El saber-hacer : ¿cómo se ha preparado? ¿qué detalle valorizará el saber-hacer del chef o permitirá imaginar la textura? ¡atención, no sea demasiado técnico!

La anécdota : ¡una pequeña historia se esconde detrás de su creación! Creará su personalidad y su identidad. Contada a sus comensales, creará proximidad y reforzará el mensaje emocional.

Profesionales, encontrarán más recetas paso a paso en la página web de los Esenciales Valrhona

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